Glaucoma es una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida del campo visual como consecuencia de un daño en el nervio óptico. En la mayoría de los casos el glaucoma es asintomático y su principal factor de riesgo es el aumento de presión ocular, una condición que se conoce como hipertensión intraocular.

Al glaucoma se le llama «ladrón silencioso de la visión”, debido a que es una condición que no genera síntomas. En algunos tipos especiales de glaucoma como glaucomas de ángulos estrechos el paciente puede presentar :

• Dolor severo periocular o la frente
• Enrojecimiento del ojo
• Visión borrosa o disminución aguda de la visión
• Visión de arco irises o halos de luz
• Dolor de cabeza
• Náusea
• Vómito

Existen varios tipos de tratamiento tópicos, gotas, para tratar el glaucoma. Algunos disminuyen la formación de humor acuoso, mientras que otros facilitan la salida del mismo hacia el exterior del ojo. Se administran una o varias veces al día, y es importante utilizarlos regularmente para que sean efectivos. Además, el oftalmólogo debe conocer qué otros medicamentos toma el paciente y qué otras enfermedades padece, ya que algunos colirios para el glaucoma pueden tener contraindicaciones para otras enfermedades.

Tratamientos con láser: Existen varias alternativas para tratar la hipertensión ocular y el Glaucoma. Todas tienen como objetivo restaurar el equilibrio de flujo del humor acuoso a nivel intra ocular y mejorar su drenaje. Esto permite disminuir la presión ocular y factores de riesgo que pueden llevar al progreso de la enfermedad. A pesar de que el láser puede ser muy eficaz en bajar la presión en determinados pacientes el efecto suele desaparecer pasados unos años por lo que el paciente puede necesitar tratamiento adicional.

Tratamiento quirúrgico: Se realiza generalmente cuando los colirios o el láser no han sido suficientes para controlar el progreso de la enfermedad con la consecuente pérdida de las células y fibras que afectan al nervio óptico. Existen varios tipos de intervenciones. Las más frecuentes son la trabeculectomía, la escleroctomía profunda no perforante, el implante de válvulas y los micro dispositivos que pueden ser implantados en distintas estructuras a nivel ocular.

Los especialistas en glaucoma

Las cirugías de Glaucoma tienen un tiempo funcional limitado. La mitad de las cirugías filtrantes o dispositivos implantados funcionan a los 5 años, posterior a lo cual se debe re evaluar la condición del paciente y decidir qué tratamiento es indicado para continuar dependiendo del estado de su glaucoma.

Es fundamental el auto cuidado del paciente después de una cirugía de Glaucoma. Hay que ser riguroso con la instilación de sus gotas, con sus controles y el reposo. Consultar a la brevedad en caso de secreción ocular, ojo rojo, disminución marcada de su agudeza visual o dolor. En un porcentaje importante de pacientes hay que realizar algún procedimiento post operatorio como corte de puntos, poner una nueva sutura o administrar medicamentos para dar mayor durabilidad en el tiempo a nuestra cirugía.

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